Muchas personas están familiarizadas con el dolor en la zona del cuello, los hombros y la espalda, y palabras artificiales como "Konaschu" caracterizan los anuncios de la radio. Para un grupo especialmente afectado, se está investigando en la Universidad de Innsbruck para encontrar una solución a este problema.
Trabajar con las manos por encima de la cabeza durante todo el día es rutinario para muchos trabajadores, por ejemplo cuando reparan los bajos de los coches. El dolor de hombros es la consecuencia lógica, explica Benjamin Reimeir, de la Universidad de Innsbruck. El cuerpo humano simplemente no está diseñado evolutivamente para mantener los brazos en alto durante ocho horas al día durante años.
Una aproximación a una solución, que Reimeir y su colega Lennart Ralfs, entre otros, están investigando, son los llamados Exoesqueletos. Éstos apoyan a los usuarios en su trabajo facilitándoles ciertos movimientos o el mantenimiento de determinadas posiciones, como explica Ralfs. Aunque el objetivo no es levantar cargas sobrenaturalmente pesadas con un exoesqueleto, "los exoesqueletos se utilizan a menudo para levantar cargas pesadas. mal llamadas >>carretillas elevadoras remolcables<< convertirse".
Con la fuerza del aire
Los exoesqueletos funcionan mediante diversos mecanismos. El dispositivo sobre el que Ralfs está llevando a cabo su investigación se llama "Lucy" y ayuda específicamente a sus usuarios a levantar y estabilizar los brazos por encima de la cabeza. Para ello, utiliza un mando neumáticoes decir, funciona mediante presión de aire. Otros modelos utilizan motores eléctricos, sistemas hidráulicos o de muelles.
Según Ralfs, lo que todos tienen en común es "que el usuario siempre tiene la soberanía del sistema". El exoesqueleto sigue los movimientos humanos y los facilita, pero no puede tomar el control de los movimientos humanos.
Simulaciones en el laboratorio de movimiento
Con el fin de Efectos del exoesqueleto Para investigar la ergonomía del movimiento y la tensión sobre el sistema musculoesquelético, los investigadores de la Universidad de Innsbruck han creado un curso en su laboratorio de movimiento que puede utilizarse para simular diversas actividades industriales. Por ejemplo, se utiliza un dispositivo de conexión y un trozo de manguera de jardín para simular la conexión de mazos de cables en la industria del automóvil. A continuación, los sujetos de prueba realizan los movimientos varias veces con y sin el exoesqueleto. Al mismo tiempo, son filmados por nueve cámaras de infrarrojos que registran los movimientos tridimensionalmente, y se utilizan electrodos pegados a la piel para medir la intensidad con la que se tensan los músculos.
El exoesqueleto "Lucy" es aún un prototipo y un objeto puramente de investigación, pero los hallazgos de los científicos podrían facilitar la vida a muchos trabajadores.
Exoesqueletos: sin dolor durante la jornada laboral - Innsbruck (meinbezirk.at) (10.11.2022)