Los exoesqueletos forman una simbiosis entre el hombre y la máquina. Los "esqueletos" adheridos al exterior del cuerpo pueden utilizarse de diversas maneras. Pero, ¿cuál es su potencial específico?
La conexión entre el hombre y la máquina a través de los exoesqueletos marca un hito tecnológico: los exoesqueletos son un primer paso en el camino hacia este desarrollo. Las estructuras biomecánicas se adhieren al cuerpo humano como "esqueletos externos" y de este modo soportan, refuerzan o posibilitan diferentes movimientos.
¿Nuevas normas de rendimiento humano?
Los exoesqueletos pueden superar así las limitaciones físicas. Combinan la anatomía humana con los avances técnicos de la robótica y pueden ampliar las capacidades físicas del cuerpo humano. Mediante sensores y motores precisos, los exoesqueletos reconocen y comprenden los movimientos del usuario para amplificarlos o corregirlos. Esta tecnología se utiliza en aplicaciones médicas, industriales y militares.
En medicina, por ejemplo, los exoesqueletos ayudan a los pacientes durante la rehabilitación tras lesiones o derrames cerebrales favoreciendo movimientos específicos. En aplicaciones industriales, permiten a los trabajadores levantar cargas pesadas, aumentando así la eficacia y minimizando el riesgo de lesiones. En un contexto militar, los exoesqueletos pueden proporcionar a los soldados fuerza y resistencia adicionales.
Se distingue entre exoesqueletos activos y pasivos. La principal diferencia radica en la forma en que el dispositivo sujeta a la persona. Los exoesqueletos activos utilizan un motor y funcionan mediante aire comprimido. Los exoesqueletos pasivos, en cambio, utilizan componentes mecánicos como muelles o correas elásticas para el apoyo. Como resultado, los exoesqueletos activos ofrecen a las personas más apoyo, pero también son más pesados. Esto no sólo los hace más voluminosos, sino que también pueden percibirse como una carga si se llevan durante largos periodos de tiempo.
Esqueleto extra frente a músculos extra
La empresa Myoswiss presentó un nuevo enfoque de los exoesqueletos en la feria médica Medica de Düsseldorf de este año. El llamado Myosuit retoma la idea de los exoesqueletos, pero sigue una visión diferente. A diferencia de un exoesqueleto rígido, se lleva como un peto y se cubre como una capa extra de músculos.
Funciona como una órtesis activa que permite a las personas con restricciones de movilidad en las piernas entrenar actividades de fuerza, resistencia y equilibrio. El Myosuit apoya los movimientos iniciados por el usuario reconociendo las señales de los músculos débiles y activando el apoyo y la fuerza individuales en la zona de la cadera y las piernas mediante un movimiento ortésico. El traje es manejable y ligero y puede utilizarse tanto en fisioterapia como en la vida cotidiana.